lunes, 28 de septiembre de 2009

Tifoidea
La fiebre tifoidea es una enfermedad infecciosa aguda provocada por una bacteria del género Salmonella. La fiebre también llamada entérica, es infecciosa producida por la Salmonella Typha (bacilo de Eberth) o Salmonella paratyphi , a, b, c. El bacilo ingresa al organismo por vía digestiva y llega al intestino al que lo absorbe y llega a la sangre causando la fase de bacteremia hacia la primera semana de la enfermedad, luego se establece en diversos órganos en los que produce inflamación y necrosis, producto de la liberación de endotoxinas. Su forma de eliminación de las salmoneras es a través de las heces.

Infección:
La infección es provocada por consumir bebidas y alimentos contaminados con aguas residuales o verduras regadas con aguas fecales, algunos alimentos contaminados son lácteos la leche, el queso, los helados y otros derivados, los mariscos que crecen en lugares cercanos a puntos de eliminación de las aguas residuales. Su receptor es el hombre.
El mecanismo de contagio es fecal-oral, a través de agua y de alimentos contaminados con deyecciones.
El periodo de incubación de la enfermedad dura de 10 a 15 dias, entre los que se aprecian trastornos en el estado general, es una fase de bacteriemia con fiebre que aumenta progresivamente hasta alcanzar 39-40 ºC, en cuyo momento se mantiene, cefalea, estupor, roséola en el vientre, tumefacción de la mucosa nasal, lengua tostada, úlceras en el paladar y, a veces, hepatoesplenomegalia y diarrea. La enfermedad puede evolucionar, sanar, en 2 semanas o prolongarse con localizaciones focales a partir de la quinta semana. Si no se somete a un tratamiento adecuado pueden presentarse complicaciones graves, como hemorragia y perforación intestinal, shock séptico. Se produce un cierto grado de inmunidad que, aunque no protege frente a las reinfecciones, cuando éstas se producen son más benignas. El estado de portador puede ser transitorio o crónico.
Sintomas:
Se inicia con malestar general, debilidad, pérdida de apetito, dolor de cabeza y estreñimiento. Se mantienen durante unos cinco días, hasta que se inicia el periodo febril con cuarenta grados centígrados. Se deteriora el nivel de conciencia del enfermo, estado conocido como estupor y aparecen lesiones rojas en la piel que pueden permanecer durante 14 días. La evolución puede ser hacia la curación o complicarse con lesiones cardiacas severas, hemorragias gastrointestinales que pueden llegar a la perforación intestinal, alteraciones neurológicas importantes o cronificar la infección, dando lugar al estado de portador.
Tratamiento:
Es básica la detección precoz para realizar el aislamiento entérico que consiste en lavar aparte la ropa y los útiles de vajilla utilizados por el enfermo sumergiéndolos en una solución con 200 mililitros de lejía por cada cinco litros de agua o, si se dispone de lavadora y lavavajillas, utilizar un programa de lavado con temperaturas superiores a 80 grados. El tratamiento debe hacerse siempre bajo supervisión médica. El antibiótico más utilizado es el cloranfenicol. Dada su toxicidad se utiliza más frecuentemente el cotrimoxazol o la ampicilina. La amoxicilina se reserva para las embarazadas.

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