lunes, 28 de septiembre de 2009

Tetanos:
Es una enfermedad frecuentemente mortal no contagiosa provocada por una potente neurotoxina, la exotoxina tetanospasmina, bacteria del género Clostridium. La bacteria prolifera en condiciones anaeróbicas, es decir, en ausencia de oxígeno y segrega sustancias tóxicas, estas toxinas penetran en las fibras nerviosas motoras periféricas hasta llegar al sistema nervioso central con afectación inhibitoria de neuronas productoras del neurotransmisor GABA y el aminoácido glicina, provocando la característica parálisis y espasmos musculares. La bacteria produce esporas resistentes lo que las puede llevar a cualquier parte.

La infección ocurre por la penetración de las esporas en las heridas contaminadas.
El descubrimiento inicial de la toxina del tétanos fue por Knud Faber en 1899. El bacilo C. tetani se aísla en la tierra de cultivo, en las heces e intestinos de caballos, ovejas, ganado bovino, ratas, perros, conejillos de indias y pollos. Sus esporas se pueden encontrar en la tierra, en la superficie de la piel (tanto la de animales como humanos) y debajo de las uñas.
Es un bacilo anaerobio obligado, grampositivo, móvil, con una espora terminal de mayor diámetro dándole una apariencia de palillo de tambor.
Se lo encuentra de manera cosmopólita en el suelo, sedimentos marinos, en medio inorgánico, metales en oxidación y a veces también en las heces del ser humano y de los animales. Las esporas son estables a las condiciones atmosféricas generales. Sus esporas pueden vivir durante años en algunos medios y son resistentes a determinados desinfectantes. Son viables a la exposición del fenol, formol y etanol; pero son destruidas por peróxido de hidrógeno, glutaraldehído y la esterilización por calor.
Características de la enfermedad:
Si una persona toma contacto con las esporas por cortes o penetración de algún objeto oxidado como: clavos, anzuelos, cuchillas oxidadas, mordeduras de perros, etc. Una vez en el interior del organismo, se multiplican y liberan dos sustancias tóxicas: la tetanolisina y la tetanospasmina. La acción principal de la tetanospasmina es sobre los nervios periféricos del sistema nervioso central. Hay modificación de proteínas encargadas de la liberación de los neurotransmisores GABA y glicina de las células de Renshaw del cuerno frontal de la médula espinal. Esto está sujeto al control de las alfa-motoneuronas produciendo contracciones tónicas y sostenidas y contracciones clónicas o sacudidas, conllevando a dolorosos calambres musculares. La bacteria prolifera en tejidos hipóxicos, desvitalizados y contaminados con tierra, excrementos y estiércol. La herida contaminada con tierra se debe limpiar bien y eliminar la fuente de la toxina, retirar el tejido muerto y dejar expuesto al aire ya que el oxígeno mata a las bacterias anaeróbicas.
Antibióticos:
La penicilina ayuda a reducir la cantidad de bacterias pero no tienen ningún efecto en la neurotoxina que producen. También se debe administrar inmunoglobulina humana antitetánica para neutralizar la toxina circulante que aún no se ha unido a las terminaciones nerviosas. Síntomas:
Curvatura espasmódica del cuerpo. La contracción del cuerpo entero de tal manera que se mantiene encorvado hacia atrás se denomina opistótonos, mientras que si se encorva hacia adelante se le denomina emprostótono.
Hay tres formas clínicas del tétanos diferentes:
Tétanos local: forma poco frecuente, los pacientes tienen contracción persistente de los músculos en la misma zona anatómica de la lesión. Pueden durar varias semanas antes de la eventual y gradual disminución de la sintomatología. Es leve, alrededor del 1% de los casos son mortales. Tétanos cefálico: es una forma rara de la enfermedad, a veces es asociado con una otitis media, la C. tetani se presenta en la flora del oído medio, o bien, por lesiones traumáticas en la cabeza. Se involucran los nervios craneales, especialmente en el área facial.
Tétanos generalizado: es más común, representa aproximadamente el 80% de los casos. Se presenta con un patrón descendente. La primera señal es trismo, y el llamado espasmo facial o risa sardónica, seguido por la rigidez del cuello, dificultad para tragar, y la rigidez de los músculos pectorales y de la pantorrilla. Otros síntomas son temperatura elevada, sudoración, elevación de la presión arterial y ritmo cardíaco rápido episódica. Los espasmos pueden ocurrir con frecuencia y duración de varios minutos con el cuerpo en opistótonos. Los espasmos pueden seguir por 3-4 semanas, y la recuperación completa puede tardar hasta meses.
El tétanos neonatal: es una forma de tétanos generalizado que ocurre en los recién nacidos o que no han adquirido una inmunidad pasiva porque la madre no ha sido vacunada. Por lo general la infección se produce a través del muñón umbilical infectado, cuando se corta el cordón con un instrumento no esterilizado. Es responsable de alrededor del 14% de las muertes neonatales.
Rigidez de los músculos y espasmos musculares (mandíbula, cuya rigidez también se conoce como trismus, cara, abdomen, miembros superiores e inferiores) Fiebre y pulso rápido Dificultad para tragar Apnea.
Clasificación Según la intensidad de las contracciones aparecen las siguientes formas de tétanos: Leve: rigidez muscular con escasas contracciones musculares.
Moderada: cierre de la mandíbula con rigidez, dificultad al tragar y contracciones de los músculos del cuello, espalda y abdomen, fascies tetánica y risa sardónica.
Grave: afectación respiratoria.
El periodo de incubación:
El periodo de incubación del tétanos va de 24 horas a 54 días. El periodo promedio es de unos 8 días. Por lo general, cuanto más alejado del Sistema Nervioso Central, más largo es el periodo de incubación. Los periodos de incubación y la probabilidad de muerte por tétanos son inversamente proporcionales.
Tratamiento:
Se manifiesta de forma esporádica en personas no inmunizadas o inmunizadas parcialmente, por lo que la inmunización pasiva contra el tétanos se lleva a cabo por vacunaciones cada cierto tiempo a las personas vacunadas. El tétanos se puede prevenir mediante la vacunación. Un refuerzo de la vacuna es recomendable cada 10 años. Por lo general, se da una vacuna cada vez que un paciente sufre un pinchazo o una herida cuando no se tiene la certeza de su vacunación.

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